La Piadina y su historia

Piadinas de diferentes colores

La nueva obsesión del verano es la Piadina, un pan que se puede servir solo o relleno, perfecto para todas las ocasiones!

La Piadina Romagnola, o Piada, consiste en un pan muy fino de harina de trigo, manteca de cerdo o aceite de oliva, levadura, sal y agua, que tradicionalmente se cuece en un disco de terracota, llamado "teglia" o testo, y que hoy en día se cocina más comúnmente en placa de metal o en una sartén antiadherente. La Piadina es, en palabras de Giovanni Pascoli, "pan, de hecho el alimento nacional de los Romagnoli". En realidad, era sobre todo una comida para los más pobres.

Romagna, la casa de la piadina, es una región histórica, geográfica y lingüística del norte de Italia que, junto con Emilia, forma la región administrativa de Emilia-Romagna. Las principales ciudades de esta zona son Ravenna, Cesena, Faenza, Imola y Forlí.

Hay rastros de esta forma de pan desde los antiguos romanos. El primer testimonio escrito de la piadina se remonta al año 1371, cuando el cardenal Anglico de Grimoard, describe la receta: "Se elabora con harina de trigo empapada en agua y sazonada con sal. También se puede mezclar con leche y sazonado con un poco de manteca ". Una forma antigua de Piadina es también una focaccia hecha de harina de bellota y otras harinas pobres utilizadas en la antigüedad en la zona de los Montefeltro.

Tradicionalmente se elaboraba únicamente con harina de trigo, manteca, sal y agua. El grosor era de 1,5-2 cm y el diámetro era superior a los 40 cm: las grandes dimensiones eran porque las familias estaban compuestas en promedio por unas diez personas. No se usaba levadura, o a veces una pequeña cantidad de levadura madre, la misma que se usa para el pan. 

A partir de los años ‘50, el tamaño y el grosor disminuyeron a 25-30 cm y 0,5-1 cm que son las dimensiones utilizadas ahora. Pasamos a utilizar para la cocción cacerolas de terracota comunes. A partir de los años sesenta se difundieron cacerolas de hierro fundido que podían utilizarse sobre la llama de gas, permitiendo cocinar la Piadina en cualquier cocina. También se introdujo un agente leudante, la levadura comúnmente utilizada para dulces.

Si está bien cocida, debe tener los característicos parches de color ladrillo y nunca negro. 

Dependiendo de la zona la Piadina varía ligeramente en tamaño, espesor y condimentos utilizados para relleno. En algunas zonas la piadina se rellena como si fuera un calzone y se puede conservar unos días y calentar al momento del consumo. 

Muchos utilizan la Piadina como el pan, se sirve en los restaurantes y en las mesas familiares como acompañamiento de platos. La manera clásica de consumirla también es rellena de queso, embutidos o cremas de verduras y por eso es el alimento perfecto para el verano, porque no hace falta utilizar mucho la cocina con el calor del ambiente y también porque es fácil de llevar para ir de excursión o a la playa. 

Amamos este pan, tan fácil y simple, porque es perfecto para comer con nuestras salsas saladas y también para nuestras confituras y mermeladas. 

Se puede montar el plan perfecto del fin de semana con una piadina, una salsa La Vestale, un buen queso y una botella de vino, ¡a disfrutar!

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